Jürgen Klopp se disponía a irse a la cama en su cuarto del hotel Titanic, en el muelle Stanley del centro de Liverpool, cuando supo que habían secuestrado al padre de Luis Díaz. El futbolista acababa de recibir noticias confusas. Un grupo de hombres armados de origen desconocido, tal vez guerrilleros, tal vez delincuentes comunes afiliados a una de las bandas criminales que operan en La Guajira, al norte de Colombia, habían raptado a Luis Manuel Díaz, Mané, y a su esposa, Cilenis, pasadas las cuatro de la tarde en pleno centro de la ciudad de Barrancas, en víspera de unas elecciones locales y regionales en toda Colombia. Después de liberar a Cilenis, los captores desaparecieron con Mané en las estribaciones selváticas de la Cordillera de los Andes. Este jueves pasado también el fue liberado.

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