Era septiembre de 2019 y Ansu Fati no necesitaba propaganda, al contrario. Desde el departamento de comunicación del Barcelona abogaban por el perfil bajo del canterano. Tenían sus motivos. La primera vez que subió a entrenarse con el primer equipo, Ansu Fati marcó cuatro goles frente a las miradas de delanteros de suculento pedigrí como Messi, Luis Suárez, Griezmann y Dembélé. Para evitar un posible ataque de celos de las estrellas del equipo, la entidad azulgrana decidió evitar subir a las redes sociales las acciones de Ansu Fati durante los entrenamientos.

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