“Son gajes del oficio, Morata está dolorido, pero creo que no se ha lesionado”, argumentaba Luis de la Fuente cuando se le preguntaba por el estado de Morata a la conclusión del España-Francia. El capitán de la selección española abandonó el césped del Allianz Arena de Múnich con fuertes gestos de dolor y la cara desencajada. El motivo de su dolencia fue bastante curioso. Morata recibió la entrada involuntaria de un empleado de seguridad que saltó al terreno de juego para impedir una invasión de campo durante la celebración del triunfo ante Francia. El steward resbaló y se llevó por delante a Morata, doblando su pierna izquierda. El empleado le pidió disculpas al momento al jugador por su fortuito deslizamiento y consiguiente entrada. Una acción surrealista que no es la primera vez que ocurre en esta Eurocopa. A la finalización del partido de la fase de grupos entre Portugal y Turquía, un empleado de seguridad arrolló a Gonçalo Ramos al intentar evitar que un espontáneo se acercara a Cristiano Ronaldo. El choque tuvo que ser interrumpido hasta en cuatro ocasiones por la irrupción de aficionados al terreno de juego.