Entre 2003 y 2008 David Villa fue el mejor nueve español sin que se lo reconocieran. No jugaba en uno de los tres grandes clubes de la Liga, fenomenales colchones mediáticos. Algo parecido le ocurre a Mikel Oyarzabal (Eibar, 1997), que después de sufrir una grave infección de Covid y una rotura de ligamentos cruzados que le mantuvieron a raya entre 2020 y 2022, ha vuelto a un nivel excepcional. Cada uno de sus partidos es una lección de fútbol. La Real, el equipo que capitanea, exhibe el estilo más plástico y reconocible de la Liga.

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