Gestos torcidos, negaciones con la cabeza, labios apretados… las caras en <strong>el box del Prima Pramac Ducati </strong>denotaban preocupación. <strong>Los tiempos no salían y Jorge Martín estaba último </strong>en la tabla. Sí, había que frotarse los ojos, pero ahí estaba, el 22. Todo un <strong>candidato al título de MotoGP sufriendo</strong> como un condenado en el momento más importante.