A Eva Moral (Madrid, 1982) le cambió la vida el accidente que sufrió en 2013, cuando perdió el control de la bicicleta en una bajada. Recuerda que llovía, que frenó y que voló por encima de un quitamiedos para caer de un barranco de siete metros. Ya nada iba a ser igual. Se quedó parapléjica de cintura hacia abajo y tuvo que reaprenderlo todo. Cómo ducharse y vestirse. Cómo subirse a la cama y cuidarse la piel de la que perdió sensibilidad. También aprendió a hacer deporte de otra manera. “Yo ya hacía triatlón, pero todo lo hacía con las piernas”, cuenta. Sus compañeros le hablaron del triatlón paralímpico y desde entonces no ha parado. “Me tuvo que pasar el accidente para que yo viviera todo lo que he vivido en estos diez años”, afirma desde París, donde se clasificó después de ser madre y tras ganar un bronce en Tokio en 2021.