La jugada es magistral. Apenas ha metido el pie en esta Copa de Maestros y, merced a esta última victoria, Novak Djokovic ya ha atrapado el objetivo: donde pone el ojo, pone la bala. “Todo lo que venga de aquí en adelante es un bonus para mí”, dice satisfecho cuando el reloj ya marca las 1.45 y el frío alpino aprieta de lo lindo en Turín, escenario del enésimo desafío a la lógica. El serbio ha rendido previamente a Holger Rune tras le elogiable resistencia que ha ejercido el danés (7-6(4), 6-7(1) y 6-3) y la historia dice que, por octava vez en su carrera, cerrará el curso en lo más alto. Cójase aire: 2011, 2012, 2014, 2015, 2018, 2020, 2021 y 2023. Tiene 37 años. “Obviamente, esto significa mucho para mí. Quería que sucediera hoy, que no se prolongase la situación. Terminar como número uno a estas alturas de mi carrera es algo realmente fascinante. A principios de año priorizaba los Grand Slams, pero los resultados y los puntos me pusieron en una buena posición, así que fui a por ello”, resume sabiendo que el hito viene acompañado de otro extra.

Seguir leyendo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *