La Billie Jean King Cup de Sevilla se cierra con una protagonista de excepción. Se llama Marina Stakusic, tiene 18 años y además de ser la 258ª del mundo, absolutamente desconocida para el gran público, será recordada para siempre por el tenis de Canadá. Nadie contaba con ella, el complemento ideal en el triunfo rubricado por el equipo norteamericano. Por primera vez en la historia, la competición entroniza a las canadienses, que llegaron de puntillas a La Cartuja, con tanta discreción como convencimiento. Ideaban la trampa perfecta. Fulminaron a la anfitriona en un chasquido de dedos y este domingo pararon los pies a Italia, que irrumpía en el desenlace con una inercia poderosa y el pedigrí de serie, con sus cinco títulos en la mochila, y al final se llevó una gran desilusión.
