<strong>Se puede perder, pero no como lo hizo el Real Madrid.</strong> Frío, apático y sin recursos. Ancelotti, que dejó a <strong>Mbappé </strong>en el banquillo, le dio minutos en la segunda parte. Pero ni él, ni Guler, ni Modric o Fran García pudieron arreglar el problema. Toca reflexionar y el entrenador lo hizo nada más acabar el partido: «el equipo rival ha jugado mejor y ha merecido ganar<strong>. Nos ha costado entrar en el partido a nivel de intensidad y de duelos</strong>. Podíamos empatar, pero no era merecido. Hay que aprender de lo que ha pasado. Está claro lo que tenemos que mejorar».