Y de repente apareció Vanja Marinkovic. El jugador serbio de 26 años, que fue capitán del Partizan con 16, se destapó en la Euroliga en su mejor partido desde que juega en el Baskonia. ¿Cuál es la clave?, le preguntaban a Rokas Giedraitis, dobles guarismos –12 puntos, 10 asistencias–, un partido impecable: “Vanja”, contestó. Marinkovic deambuló por el Valencia, no acabó de despegar en su primera temporada vitoriana, pero vuela más alto en la segunda, y frente al Fenerbahce (92-69) se destapó con 35 puntos y dirigiendo el juego de su equipo, que tuvo un comportamiento impecable en la cancha frente a uno de los equipos más complicados de defender y atacar, con un Itoudis en el banquillo que se pasa el partido dándole a la hebra con los árbitros.

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