Después de una hora de aburrimiento completo de juego, la peor imagen del derbi y para la Liga en el encuentro de mayor proyección internacional. Todos los temores se habían concentrado en lo que pudiera ocurrir con Vinicius en el Metropolitano, pero el fuego prendió en la otra orilla, en el territorio de Thibaut Courtois. Militão metió el 0-1 y todo se enfangó hasta el punto de que se tuvo que suspender de forma temporal el encuentro después de que el portero del Madrid le entregara al colegiado dos mecheros arrojados desde la zona del Frente Atlético.

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