Pogacar renunció a la Vuelta y con ello a entrar en la historia, a obrar un triplete nunca visto -Giro y Tour, ya en el bolsillo-, aconsejado por su equipo, el UAE, que mira más a su salud a medio y largo plazo que a sus registros. Del mismo modo, Vingegaard y Evenepoel tampoco incluyeron la competición en su hoja de ruta del año y el resto de los ciclistas se frotó las manos, pues sin los tres animales en la carretera todo era posible. Una hipótesis que se está subrayando en la Vuelta. Aunque en la Ribeira Sacra, tierra gallega de rocambolescos viñedos, del imponente Cañón del Sil, de montañas escarpadas y belleza superlativa, no se desató batalla alguna, día de asueto a la espera de que la carretera todavía se empine más. Fue, sin embargo, la etapa de fiesta para el Kern Pharma, toda vez que Pablo Castrillo logró su primera victoria en la Vuelta -como corredor y también para el equipo en su historia-, el mejor homenaje posible para Manolo Azcona, creador de la escuadra AD Galibier, después estructura Lizarte y ahora Kern Pharma, fallecido la pasada madrugada a los 71 años.