Sergio García cumple este jueves 45 años y en su brillante carrera de un cuarto de siglo como profesional se adivina una especie de volver a empezar. El castellonense decidió a final del curso pasado pagar las multas que el circuito europeo le impuso por disputar los torneos de la Liga saudí (LIV) y solicitar de nuevo la membresía del tour, como si fuera un recién llegado en lugar de un referente. Todo por volver a jugar la Ryder Cup, la competición en la que es un mito, el máximo anotador histórico, y cuya próxima edición se celebra el próximo septiembre en Nueva York. García se rascó el bolsillo y todavía cumple un periodo de sanción que acaba con la cita de Baréin a finales de este mes. Una semana después comenzará una nueva temporada de LIV, el 6 de febrero en Riad, y desde entonces El Niño podrá enrolarse en torneos del circuito europeo para sumar méritos de cara a la clasificación o ante una posible invitación del capitán Luke Donald.

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