En el pub The Albert, que marca una de las entradas a Anfield, siguieron celebrando más allá de la medianoche local con pintas para todos y música en directo la reconstituyente victoria del Liverpool sobre el Madrid. “Podrían haber sido unos cuantos goles más”, sentenció sonriente su técnico, Arne Slot, tras una jornada que volvió a extender un espeso manto de sospechas en la orilla blanca después de otra pobre actuación ante un rival de su liga. El oxígeno del clásico solo le duró 10 días.

