Con un gol en el minuto 98 salvó el liderato de la Premier el Manchester City, que rascó como local un empate (2-2) ante el Arsenal en un partido que se le escapaba. Fue un duelo memorable, una continua sucesión de acontecimientos, alguno de ellos impactantes como la lesión de Rodri, que se marchó al vestuario cuando aún no había transcurrido ni la mitad de la primera parte tras dar un mal paso que propició una hiperextensión en su rodilla derecha. Un desastre para el City porque fue irse su faro en el centro del campo y perder el control de un partido que viró hacia la idea que perseguía el Arsenal. La lesión de Rodri, que no tiene buena pinta, llega justo después de que deslizase su queja por la carga de partidos a la que están sometidos los futbolistas, pero pareció tener más que ver con el azar que con la extenuación. Ocurrió que en una pugna con Thomas por ganar la posición en un córner se trastabilló y en el mal gesto se fue al suelo para congoja de todos.