Un <strong><strong>Kroos</strong></strong> nunca visto protagonizó el <strong>accidentado comienzo</strong> de partido entre España y Alemania. <strong>Seis minutos de furia</strong> del alemán con tres faltas consecutivas, <strong>dos de ellas durísimas</strong>, que le pudieron <strong>costar la expulsión</strong> a las primeras de cambio. Sin embargo, no vio amarilla por ninguna de la dos.

