El fútbol en verano regala a los aficionados momentos espectaculares. <strong>Las pausas de hidratación se han convertido en pequeños tiempos muertos en los que los aficionados pueden escuchar en primera persona las indicaciones de los entrenadores.</strong> En este caso, el protagonista fue Míchel. No se había cumplido ni la media hora de juego y el entrenador del Girona tuvo la posibilidad de dar diferentes indicaciones a sus futbolistas para cambiar el rumbo del partido.

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