Las Palmas y el Sevilla jugaron un partido desconcertante. Mostraron, ambos, muchos más defectos que virtudes, con dos formas de jugar al fútbol llenas de precipitación y mucho riesgo en defensa. Entregados a un frenético ida y vuelta, sin control ninguno en el centro del campo, fue el Sevilla el que más cerca estuvo de ganar. Cillessen, en el último minuto, le hizo un paradón a Sow después de un pase de Pedrosa. Todo acabó con un empate justo tras una verbena defensiva de canarios y andaluces, que dio como resultado este 2-2 que sabe a poco a este nuevo Sevilla de García Pimienta. Puede que los andaluces perdieran una buena ocasión para iniciar LaLiga con una victoria. También pudo perder. El Sevilla guarda la calidad de jugadores como Ocampos, Navas o Isaac Romero, pero sufre una barbaridad en defensa. Las Palmas es un equipo también nuevo. Por lo que se vio, le queda un tormento por delante.

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