La Real Sociedad desmontó a un grande de Europa que ahora es una sombra de lo que fue. El marcador apenas refleja el vendaval de juego donostiarra en una primera media hora en la que dejó sin aliento al equipo portugués, que pedía la botella de oxígeno en cada jugada. La inspiración de los hombres de Imanol, el joyero que ha engastado los diamantes en la pieza de orfebrería que es el equipo txuriurdin, destrozó al Benfica.

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