En un estado de felicidad como el que vive el universo madridista, cuesta trabajo imaginar el final de la fiesta. El equipo futbolero vive un presente luminoso y un futuro que se intuye deslumbrante. El baloncesto, por su parte, también goza de una excelente salud. Actuales campeones de la Euroliga, han dominado la temporada regular hasta batir el récord de victorias, laminaron al Baskonia en el playoff de cuartos de final y llegan a Berlín en perfecto estado de revista y con la baja de Gaby Deck como única sombra. Incluso en esta mala noticia, los más supersticiosos podrán ver una nota positiva, pues hace un año también cayó lesionado por estas fechas y el Real Madrid terminó levantando la copa tras un lanzamiento histórico (otro más) de Sergio Llull. Será la novena presencia en las últimas 11 ediciones, lo que habla de un excelente trabajo realizado en la pista y los despachos, y que ha permitido mantener durante más de una década la máxima competitividad.