El Villarreal sufrió una de las derrotas más dolorosas que se recuerdan. El submarino, con un partido infame, cayó derrotado ante el Pafos de Chipre, uno de los rivales más frágiles de la presente Champions League, conducido con maestría por Juan Carlos Carcedo. El técnico español no solo ha hecho historia metiendo a un equipo desconocido en la mejor competición de clubes del mundo, sino que, además, lo está haciendo competir –suma cinco puntos– con sus limitadas armas ante trasatlánticos futbolísticos. Al contrario, el Villarreal exhibió una imagen penosa casi todo el partido y encajó una derrota de las que dejan marca en un palmarés. Además, se complica y mucho la supervivencia en la Champions. Llegaba sin margen de error y ahora queda a merced de obrar a una remontada de época.

