Nervión era una fiesta. Consumado el parón de 10 segundos de protesta de los jugadores por el partido de Miami, con un plano cenital de televisión donde el narrador recordó este parón organizado por la AFE y afirmó que LaLiga está comprometida con la paz en el conflicto de Gaza, el Sevilla ganaba a un Mallorca muy limitado, que había ofrecido una imagen pobre en el primer acto. Los andaluces se confiaron, fiados a su buen momento después de golear al Barcelona. Todo cambió después de una conducción errónea de Suazo. Robo del Mallorca y gol de Muriqi, una sombra hasta ese momento muy bien controlado por Marcao. Jagoba Arrasate atisbó el desplome del Sevilla y metió en el campo a Mateo Joseph, internacional sub 21, quien redondeó el 1-3 con un magnífico doblete. También ayudó el gran pase de Mojica después de otro error de Januzaj. Y otro cambio de Arrasate que apuntar, el del lateral colombiano. El 1-3 del Mallorca le da mucha vida al equipo balear, que llegó como colista a Nervión y se marcha muy fortalecido.

