Carlos Alcaraz se atusa el flequillo de derecha a izquierda, tic que ha cogido desde hace un tiempo, sonríe y define en las entrañas del Pala Alpitour antes de irse de vacaciones, bien merecidas visto lo visto. “Este año ha sido espectacular, qué voy a decir. Hay que recalcar también que he ganado 2.000 puntos más que el año pasado, y eso sin haber jugado en Australia; ahí perdí la oportunidad de sumar muchos puntos en un Grand Slam y, aun así, ha sido mi mejor temporada, increíble. He jugado grandes partidos y creo que he ido mejorando poco a poco”, aprecia el murciano, que firmaría a ojos cerrados, dice, un 2024 similar: Sí, sí, ¿dónde? ¿dónde hay que firmar?”.
DESCANSO, PRETEMPORADA Y ‘BOLOS’
El mismo domingo por la noche, Alcaraz y su equipo regresaron de vuelta a casa, donde disfrutará de unos días de descanso antes de cruzar el Atlántico para disputar una exhibición el día 29 en La Monumental de México, ante 42.000 espectadores y frente al estadounidense Tommy Paul.
Posteriormente volverá a Murcia y tras otra breve franja de tranquilidad, se pondrá manos a la obra de nuevo en Villena (Alicante). Allí comenzará el trabajo de pretemporada de la mano de Ferrero y los preparadores físicos, con el objetivo de llegar con la base adecuada al Open de Australia.
Antes del viaje a las antípodas, el tenista participará en otra exhibición en Arabia Saudí, donde se medirá con Djokovic en Riad. Luego, su idea es empezar a competir directamente en el grande australiano, aunque podría disputar algún ensayo previo sin carácter oficial.