Hace apenas diez días, <strong>Rodrygo</strong> insistía en que aceptaba su papel de 9 si bien no era el sitio que más le gustaba ni donde cree que puede dar lo mejor de sí mismo. Sin embargo, ahora esas palabras se las ha llevado el viento o, mejor dicho, la plaga de lesiones del Real Madrid. <strong>Con las dos nuevas bajas, la de Camavinga y la de Vinicius</strong>, el análisis de Rodrygo sobre un esquema, el 4-2-2 con rombo que según él beneficiaba más a Bellingham, es ahora papel mojado.

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