Rozaba ya con los dedos la final por el oro cuando, en París, su rodilla hizo crac. Otra vez, el cruel destino le privaba de su segunda presea olímpica. Desde ese instante y después de haber ganado “algo mejor que una medalla”, a Carolina Marín (Huelva, 1993) le ha cambiado la vida.

Seguir leyendo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *