En el partido aplazado por el viento y que ha cerrado la primera ronda de la Copa, el Atzeneta ha sacado todas las miserias de un Real Zaragoza ridículo que se cae a pedazos desde hace tiempo. Los maños se adelantaron por medio de Mollejo pero los valencianos le dieron la vuelta para ahondar en la crisis zaragocista. El segundo tanto condena a Poussin. Fran Escribá queda al borde de la destituición.

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