El Real Madrid encontró en el punto de penalti la boca del túnel por el que escapó de Anoeta. Desde allí ganó un partido que la Real Sociedad acarició con la brusquedad de tres balonazos a los palos, y desde allí se acercó, al menos unas horas, a un punto del Barça, que visita este domingo al Girona. El Madrid se fue de San Sebastián con el alivio de la victoria, pero con un punto de cierta angustia por la cojera de Militão, que se pasó buena parte del segundo acto palpándose la rodilla izquierda, la misma cuyos ligamentos se destrozó el curso pasado. También por la lesión de Brahim, otra baja a tres días del estreno en la Champions contra el Stuttgart, y justo al comienzo de la montaña de partidos de las tres próximas semanas. Aunque mayor inquietud dejó atrás ante una Real que ha sumado solo cuatro puntos en las cinco primeras jornadas.