Hace tiempo que la NBA tenía un problema con Draymond Green. Al ala-pívot de los Warriors se le consintieron muchos comportamientos antideportivos o no fueron sancionados con la dureza suficiente. Tras agarrar por el cuello a Rudy Gobert y voltearle hasta el suelo, el baloncesto se lleva las manos a la cabeza. Le han caído cinco partidos de suspensión. Debe de ser la sanción estándar por esa agresión, pues el madridista Guerschon Yabusele recibió el mismo castigo por hacerlo con Dante Exum en aquel partido ante el Partizan. Poco parece para los mucho antecedentes de Green.