La temporada arrancó el 14 de agosto para el Madrid. El 17 de septiembre, tras el 3-1 al Stuttgart, salió el Gordo del verano, de todos los veranos, en realidad. <strong>La proclama que siempre acusa al Madrid de no jugar a nada</strong>, de no tener plan, de no manejar los partidos, de ganar por el innoble comodín de la pegada.