Carlos Sainz estaba completando una carrera muy buena. En las últimas vueltas fue el piloto más rápido en pista y parecía que podría adelantar a Charles Leclerc y lograr la segunda posición, pero tras haber adelantado a Checo, el mexicano no cedió y se acabaron tocando, en un accidente que arruinó la carrera de ambos pilotos.