En los despachos de la Ciudad Deportiva, cuando Hansi Flick interactúa con Deco y Bojan, responsables del área deportiva, para analizar las diversas situaciones de la plantilla del Barcelona siempre hay un tema que se pone sobre la mesa: la presión. “Le obsesiona”, recuerdan desde Sant Joan Despí. Ocurre que, para el alemán, no son nuevas las fórmulas de la extrema perseverancia en la recuperación del balón y en la presencia de su equipo en el campo. “El juego activo triunfa sobre la pasividad. Por eso animamos a nuestros jugadores a ser audaces y activos. Eso significa asumir mayores riesgos, por supuesto. Pero estamos convencidos”, explicaba el preparador alemán a este periódico durante su etapa al frente de la selección alemana.

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