En cuestión de tres días, los ultras radicales de <strong>Athletic </strong>y <strong>Atlético </strong>fueron protagonistas por liarla, unos en <strong>Roma </strong>y otros en el <strong>derbi</strong>. Los incidentes se pueden equiparar; las reacciones de jugadores y técnicos de ambos equipos, no. Se puede entender que sobre el césped del Metropolitano, en caliente, <strong>Koke</strong>, <strong>Giménez </strong>y <strong>Simeone </strong>quisieran hablar con quien no quiere entender para templar los ánimos. Lo que es difícilmente defendible es que, ya tras el partido, el discurso del técnico fuera el que fue. Veamos.