Charles Leclerc está de dulce y eso tiene mérito si tenemos en cuenta el chasco que se llevó el domingo pasado en Montmeló, donde su Ferrari se quedó frito cuando el muchacho lideraba la carrera con un mundo de ventaja sobre el resto del pelotón. Seis días más tarde de esa avería en el motor, Leclerc se desquitó colocando su monoplaza en la pole position del Gran Premio de Mónaco, donde este domingo (15:00 horas, Dazn) tratará de recuperar el liderato del Mundial que perdió en el Circuit.

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