La <strong>presencia de dos aficionados del Valencia en Singapur,</strong> nación de la que es el <strong>propietario del Valencia Club de Fútbol Peter Lim</strong>, ha <strong>provocado un terremoto más allá del deporte porque se ha convertido en una cuestión de Estado</strong>. Portar la <strong>bandera amarilla de ‘Lim Go Home’ y poner una pegatina en la puerta de su domicilio</strong> les ha costado caro puesto que<strong> les quitaron el pasaporte y además han tenido que permanecer recluidos en su hotel </strong>sin poder salir y de momento no se sabe lo que va a suceder, ya que <strong>están en jurisdicción singapurense</strong>.

