«Ha sido un partido perfecto y creo que el mío también lo ha sido», decía <strong>Rodrygo </strong>al final del partido, con esa sonrisa que ha recuperado tras superar su peor momento desde que juega en el Real Madrid, esa mala racha de cara a puerta que le generó muchas dudas al inicio de la temporada. Aquello ya es historia gracias, sobre todo, a la confianza de <strong>Ancelotti </strong>y a los dos últimos partidos en el <strong>Bernabéu</strong>, claves para la resurrección de un futbolista que es fundamental para el Madrid.