El paso de la Vuelta por Madrid dejó rostros de perplejidad en las cunetas de las carreteras del norte, por donde se disputaba la penúltima etapa de la carrera. A media mañana se anunció que cinco kilómetros de la ruta serían recortados sobre la marcha por una concentración de 250 personas en Cercedilla que hizo a la organización temer lo peor. Además, a 18 kilómetros de la meta, cerca de un centenar de manifestantes contra la guerra en Gaza invadió la calzada en el momento en que pasaba el pelotón de los favoritos. La Comunidad de Madrid denunciará a los implicados en la incursión para que “no vuelvan a repetirse” lo que denominó “actos violentos”. Aunque el saldo de detenidos fue mínimo. Y los incidentes no revistieron gravedad. La Delegación del Gobierno en Madrid ha confirmado que hay un detenido por la invasión de la calzada en Becerril y como “presunto autor de un delito de atentado contra un agente de la autoridad”.

