El Villarreal acaba la jornada segundo. Con Gerard sano, el Villarreal es mucho Villarreal. La apuesta amarilla este verano fue potente y los puestos Champions ya son su zona de confort. Tras el varapalo en Chipre, el equipo se levantó rápido y se llevó los puntos de un campo en el que ‘rascar’ esta temporada es complicado. A Marcelino le salió el plan a la perfección. Aguantar el primer tirón del Espanyol y machacar a la contra cuando el partido se abriera mínimamente. Ocho victorias y una plantilla profunda que le abre al asturiano un abanico enorme de posibilidades.

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