Dos tarjetas por protestar, <strong>una a Valverde y otra a Vinicius</strong>, encendieron los ánimos de un Bernabéu que se puso en <strong>pie de guerra</strong> con el colegiado, <strong>Muñiz Ruiz</strong>. La afición blanca se indignó desde la primera amonestación al uruguayo al comienzo del partido y desde entonces le tomó la matrícula al árbitro, al que no dejó de protestar y dedicar cánticos como <strong>»¡Corrupción, en la Federación»!.</strong>