Hay desafíos que no tienen espera para los equipos joviales y con sed de victoria como el Barça. Los azulgrana fueron más insaciables y despiadados que el propio Bayern en un partido tan extraordinario que a punto estuvo de encenderse el pebetero de Montjuïc. El estadio se estremeció en una noche apoteósica del Barcelona. El juego colectivo fue tan admirable como asombrosa resultó la actuación de Raphinha, autor de un hat-trick, después de que los barcelonistas llevaran hasta cuatro partidos consecutivos sin marcar un gol al campeón de Baviera. La eclosión del brasileño ha sido tan sorprendente como la del Barça.