Sufrió el Athletic para ganar en Las Palmas cuando menos lo esperaba, porque a veces un detalle lo cambia todo. Después de avasallar al equipo local en la primera parte y marcharse al descanso con dos goles de ventaja, que pudieron ser más, la expulsión de Jauregizar por derribar a Sandro cuando avanzaba hacia el área, y el gol del delantero canario en la acción posterior, le dieron la energía suficiente a la Unión Deportiva para acosar la portería de Agirrezabala y rondar el empate hasta el final. Se quedaron sin el premio, que por lo que pasó en la primera mitad hubiera sido injusto, pero por el despliegue de la segunda parecía lo más probable.