La modestia y la extraordinaria madurez mental del indio Dommaraju Gukesh no son las que se esperan de un campeón del mundo de 18 años. Cuando tenía 11, sus padres se arriesgaron a cambiar de vida para que el niño desarrollase su gran talento para el ajedrez, y le inculcaron la férrea determinación que ahora muestra. Estima que el chino Liren Ding, su rival en el duelo de Singapur, y él mismo han jugado “al 50%” de su mejor nivel. Reconoce como el mejor al noruego Magnus Carlsen y lo desea como rival en la final por el título de 2026.