Para sorpresa de nadie, <strong>la afición del Real Madrid se acordó de Toni Kroos</strong> en el primer partido sin el alemán. <strong>Valverde </strong>intentó disimular su ausencia <strong>vistiendo el 8 y con el pelo teñido de rubio</strong>, pero de vez en cuando se salía del personaje y pegaba un sprint. <strong>Y ahí ya no colaba</strong>. Pero no sólo se le extrañó por la tele. Sus compañeros en el césped también sufrieron sin él, sobre todo en una primera parte en la que ver a <strong>Courtois o Rüdiger </strong>pegar balonazos largos hizo inevitable sentir <strong>una especie de síndrome del miembro fantasma. </strong>

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