Llegará finales de mayo y publicaremos la foto de <strong>Ancelotti </strong>con el puro en <strong>Cibeles </strong>(puede) y alguien sacará estas líneas tapándome la boca. Llegarán las 23 horas del domingo y publicaremos la foto de Ancelotti con la sonrisa de medio lado viendo cómo el <strong>Cholo </strong>esta vez no se va corriendo dando saltos por el túnel de vestuarios sin decir ni adiós (puede). Pero en algún momento conviene recordarle al entrañable Carlo que la gestión del vestuario es algo más que jerarquías, buen rollo y todos contentos. Y no, no se me olvida el enorme palmarés del técnico. Pero si se equivoca, creo que también hay que decirlo.