Si el Gran Premio de Holanda gira alrededor de Max Verstappen, el de México es una especie de Monográfico sobre Checo Pérez, que este domingo se fue del circuito Hermanos Rodríguez con un bajón tremendo y sin apenas dar una curva. El carnaval que se había montado le duró solo 800 metros. Tras arrancar el quinto, el piloto de Jalisco salió catapultado al aire tras ser víctima de un emparedado entre el Ferrari de Charles Leclerc y el Red Bull de su compañero de equipo, al abordar los tres la primera frenada prácticamente en paralelo. En el incidente, el lateral del RB19 quedó muy tocado, demasiado como para seguir en pista a ojos de los técnicos de la marca del búfalo rojo que revisaron su monoplaza inmediatamente después. “Esta vez no me valía el podio, solo la victoria”, declaró Pérez, que fue a por todo y se quedó sin nada. Ahora habrá que ver cómo es capaz de recuperarse del enésimo revés de su temporada más difícil desde que firmó por la escudería energética, en 2021.
