Comenzó el día con embudos en los accesos y mal pie también para España, a remolque por la derrota de Pablo Carreño en la apertura de la serie de cuartos de final frente a la República Checa. Garantía de pelea el gijonés, amor propio por los cuatro costados, pero aun así insuficiente para contener a uno esos valores de la última generación que tan buena planta tienen y que intentan asomar de algún modo la cabeza. Jakub Mensik no tardó en sacar el martillo y pese a la réplica del asturiano, largo recorrido ya este, no se amilanó: 7-5 y 6-4, tras 1h 30m. El equipo de David Ferrer, pues, se encontró contra las cuerdas mientras el día tristón de Bolonia todavía trataba de desperezarse.

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