Dolor y lágrimas, muchas lágrimas, en Burgos y Andorra, donde no habrá partidos de Liga Endesa la próxima temporada. Después de ocho meses de competición, burgaleses y andorranos se jugaban su futuro en la máxima categoría a un partido, igual que Zaragoza y Fuenlabrada, los otros dos equipos implicados en la lucha por la salvación. Un cara o cruz a 40 minutos. Cuatro equipos en aguas bravas y solo dos flotadores para evitar la caída a LEB Oro. Una última noche de temporada regular con unas dosis de tensión como en pocas ocasiones se recuerda en la ACB.

