Sin el glamour de la Champions, pero dando pasos adelante sin parar en su crecimiento, tanto económico como deportivo, la Europa League ha celebrado en Mónaco el reparto de rivales a imagen y semejanza del modelo de competición de la Champions League (ocho rivales distintos, cuatro en cada y cuatro fuera). <strong>Cambio de formato y golpe de confianza para una competición con cada vez más presencia e importancia entre los clubes y a la que San Mamés y la ciudad de Bilbao esperan para la disputa de la final del 21 de mayo</strong>. Aritz Aduriz, en calidad de embajador del sorteo, fue el encargado de repartir suerte, sacando la bola de los equipos y dando vida al software que distribuye los rivales.

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