El 19 de noviembre de 2005 fue día de Clásico, pero no un Clásico cualquiera. Un Clásico que terminó pasando a la historia por la tremenda superioridad de un jugador llamado Ronaldinho que provocó que hasta la grada del Santiago Bernabéu se pusiera en pie para ovacionarle. El futbolista brasileño fue el autor de 0-2 y del 03, tanto que hizo que un sector de la afición madridista no dudara en ponerse en pie para ovacionar su exhibición. 20 años después se sigue recordando aquella actuación como una de las mejores de la historia de los Clásico a nivel individual.

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