Mientras esperaba mesa en la terraza del restaurante ‘Le Petit Cambodge’, distrito X de París, Aristide Barraud se fijó en el parecido físico que tenía con un amigo suyo uno de los tipos que acababa de apearse de un automóvil. También, por supuesto, en que, como los que lo acompañaban, llevaba un fusil de asalto. Segundos después se desataba un infierno al que el jugador de rugby (militaba en el Mogliano italiano) respondió protegiendo con el suyo el cuerpo de su hermana Alice. Recibió impactos en pulmón y pierna, estuvo al borde de la muerte… pero ha podido contarlo. Aquello sucedió el 13 de noviembre de 2015, hace hoy diez años.

wf_cms.rss.read_more

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *