No hay mejor edad para rebelarse contra la autoridad que los 25 años recién cumplidos de Vinicius Júnior, una fase natural del nuevo paradigma de adolescencia prolongada que se puede extender hasta, prácticamente, la jubilación. Ocurre en todos los ámbitos de la vida y el padre suele ser el objeto principal de la sublevación, ya se sabe: búsqueda de una identidad propia, malas influencias de los entornos o una inquietante percepción de la estructura familiar, a menudo entendida como rígida o conflictiva por el aspirante a un nuevo orden. En el caso de un futbolista profesional, esa figura controladora o intransigente podría verse representada por el entrenador de turno, sobre todo cuando este trata de imponer algún tipo de límites a sus estrellas o priorizar la salud del colectivo por encima de las necesidades especiales de un solo individuo.

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